REFLEXIONES
En los tiempos que corren, adictivos a lo efímero y negados a la reflexión, lo habitual es levantar muros en vez de tender puentes. Como bien nos dice el Papa Francisco, los muros separan y los puentes acercan. No podemos permitir que los árboles nos impidan ver el bosque, ni que nuestras debilidades sean aprovechadas por aquellos que buscan nuestra destrucción política. Forjemos a partir de esas debilidades, fortalezas que nos abran una ventana de oportunidad. Porque siempre hay un bien mayor que defender. Siempre nos quedará Pericles, pero hay que hacer camino y yo siempre lo hago acompañado de Maquiavelo y Baltasar Gracián.